Ya es un hecho. Reino Unido lo ha petado con el mayor estudio sobre la semana laboral de 4 días. Y es que, aunque ya era claramente una tendencia y una opción muy popular, eran necesarios datos que midieran y avalasen la efectividad de esta medida.

La gran mayoría de las empresas que participaron en este estudio (el 92%, ni más ni menos) han continuado con la semana laboral de 4 días. Y de ellas, 18 confirmaron que sería un cambio PARA SIEMPRE. 

Ahora bien, si me estás leyendo, también sabrás que del dicho al hecho, hay un trecho y es que, está medida quizás no es válida para todas las empresas y probablemente cueste un poco más instaurarla en España o Latinoamérica. 

No obstante, hay que ser consciente, que el paradigma laboral ha cambiado y que lo más importante para mantener a unos empleados motivados y productivos, no es sólo el salario. Hay que ofrecer beneficios alineados con tu propuesta de valor; más tiempo libre, más conciliación familiar para pasar tiempo con los hijos o mayor flexibilidad para organizarse mejor la vida.

Uno de estos beneficios es la jornada laboral de 4 días, una práctica que no sólo será beneficiosa para tus trabajadores, si no que ha conseguido niveles más altos de rentabilidad en muchas empresas.

Guía para implementar la semanal laboral de 4 días y no morir en el intento

La implementación de una semana laboral de cuatro días es una propuesta cada vez más popular entre los trabajadores y los empleadores, ya que se ha demostrado que puede mejorar la productividad, la salud y el bienestar de los empleados, así como reducir el absentismo y el estrés laboral.

No obstante, implementar este nuevo modelo no es la panacea. Como todo cambio, conlleva una serie de modificaciones y cambios que requerirán esfuerzo y tiempo. Si quieres ahorrarte algunos quebraderos de cabeza es mejor que tengas en cuenta estas indicaciones:

1. Escoge el modelo más adecuado para tu empresa:

El tiempo es oro. Y la atención al cliente también. Quizás tu empresa no se pueda permitir no trabajar los viernes o tus trabajadores tienen un ritmo determinado y no puedes aumentar las horas del día para que tengan un día libre después.

Analiza bien tu negocio y escoge la opción más adecuada para ti y tus empleados. Estos son algunos ejemplos:

• Semana laboral de 4 días completos: Esta es la forma más común de la semana laboral de 4 días, en la que los empleados trabajan 4 días completos y tienen 3 días libres. Por ejemplo, pueden trabajar de lunes a jueves y tener libre viernes, sábado y domingo.

• Semana laboral de 4 días parcial: En este tipo de semana laboral, los empleados trabajan 4 días a la semana, pero no necesariamente son días completos. Por ejemplo, pueden trabajar medio día de lunes a jueves y tener libre el resto del día, o pueden trabajar 2 días completos y 2 días medio tiempo.

• Semana laboral comprimida: En este tipo de semana laboral, los empleados trabajan el mismo número de horas en menos días. Por ejemplo, en lugar de trabajar 8 horas al día de lunes a viernes, trabajan 10 horas al día de lunes a jueves y tienen libre el viernes.

• Semana laboral flexible: Esta es una forma de semana laboral de 4 días en la que los empleados tienen cierta flexibilidad para elegir sus días y horarios de trabajo. Por ejemplo, pueden trabajar 10 horas al día durante 4 días a la semana, o pueden trabajar 8 horas al día durante 4 días y luego trabajar medio día el quinto día.

2. Define un plan:

Los términos y condiciones de la semana laboral del 4 días deberán estar definidos con anterioridad. Aunque es una medida que puede beneficiar a los empleados también es necesario explicar las nuevas condiciones de trabajo para poder hacer una transición progresiva y una aceptación positiva. 

Es importante anticiparse y anunciar la decisión previamente con el fin de que los empleados vayan adaptándose al nuevo modelo productivo. Define con claridad el horario de trabajo, el número de horas que los empleados trabajarán y cómo se organizarán esas tareas. 

Por ejemplo, si se decide no trabajar los viernes habrá que comunicar a los clientes esa decisión. Si lo hacemos tras la implementación, los clientes pueden frustrarse con los trabajadores por no aclarar correctamente la situación.

En conclusión, define claramente cómo va a ser la semana laboral de 4 días de tu empresa, como las políticas de tiempo libre, los horarios de trabajo y las políticas de compensación. Esto ayudará a garantizar que se cumplan las expectativas y se eviten confusiones.

3. Comunícalo a los 4 vientos:

No sólo hagas un post en LinkedIn sobre lo bien que funciona tu empresa desde que lo has implementado. Ten en cuenta que tu empresa no sólo la componen tus potenciales clientes, también tus empleados, partners y clientes actuales.

Adapta tu mensaje y explica claramente a cada uno de ellos por qué la semana laboral de 4 días será un éxito para ellos. 

4. Aprende de los mejores:

No estás solo. Cada vez son más las empresas españolas que confían en este modelo. Aprender de empresas que ya han implementado la semana laboral de 4 días (también hay pymes que la están implementando, ojo) puede ser una estrategia efectiva para maximizar los beneficios y minimizar los riesgos de la transición a una semana laboral más corta. 

Desigual, por ejemplo, fue una de las primeras empresas españolas en establecer la semana laboral de 4 días y ya lleva más de un año ejecutándola.

5. Evalua y ajusta:

No des nada por sentado. Es verdad que la semana laboral de 4 días tiene numerosas ventajas pero se trata de un modelo relativamente nuevo. Una vez que hayas definido la semana de cuatro días ideal sigue midiendo. 

Pregunta a tus empleados y elabora métricas de rendimiento como el tiempo de respuesta al cliente, la calidad del trabajo y la satisfacción del cliente.